martes, 14 de mayo de 2013

[KyuWook] Puppet.


Autor: Chu~

Género: AU, angst, fantasía.

Tipo: Yaoi.

Participantes: RyeoWook, Kyuhyun. {SuperJunior}

Autorización: [PG] 

Sinopsis:   
                         "La música suena. las risas, los aplausos. 

                                       Yo solo espero por ti... Por tu sonrisa que no es mía."



La luna se coloca en su punto máximo en el firmamento estrellado, siendo ocultada celosamente por finas nubes que la rodean. Esto solo anuncia, que la medianoche ha llegado.

En el centro de un gran bosque, se levanta una gran y colorida carpa. Mujeres, niños, adultos y ancianos, se acercan con emoción a su entrada, donde se encuentra un luminoso letrero.

“Welcome to the Puppets Circus”



Acróbatas, magos, animales y bufones maravillan a la audiencia con cada acto.

En un momento todo queda en penumbras, solo se presencia una pequeña luz que ilumina una figura en el centro del escenario.

Es la figura de un joven, viste un impecable traje azul, que acentúa la palidez de su piel. Hilos y cuerdas sostienen sus articulaciones. Su rostro es una maravillosa obra de arte; labios finos y rosados en forma de corazón, piel de porcelana fina, cabellera de un flamante rojo escarlata, y pequeños ojos rasgados.

El publico queda pasmado ante su angelical belleza. Se escucha una suave melodía y los hilos manejan con gracia al pequeño.

Una segunda luz, esta ilumina a una pequeña y grácil bailarina. Sus movimientos, delicados y suaves, acompañan a la angelical marioneta en una danza sublime y tétrica.



Una ultima ovación y el show termina. Cada integrante del circo toma sus pertenencias con el fin de desalojar el lugar. Pero la marioneta se queda quieta, en silencio, esperando por  él.

Lo ve acercarse con paso tranquilo, sus cristalinos ojos grises adquieren un fino brillo. El hombre de cabellera achocolatada llega hasta donde se encuentra reposando la marioneta, esbozando una pequeña sonrisa, que si pudiera, haría que el ligero rubor de la marioneta se intensificara.

Le gusta tanto su sonrisa, le gusta cuando sus finas y fuertes manos lo sostienen para levantarlo, cuando lo toma de la cintura para meterlo al coche y van a casa. Le gusta cuando están solos, cuando con suma delicadeza y suavidad cambia sus atuendos, cuando limpia y retoca su hermoso rostro antes de cada acto.

Le encanta cuando sus cálidas manos rozan su piel de porcelana, cuando lo mira con sus penetrantes ojos marrones y le muestra su preciosa sonrisa, solo para el. Lo hace sentir vivo.

Ama la sensación de tenerlo cerca, que sea su velador, su creador y dueño. Lo ama a él.

Mas el otro hombre no podría sentir lo mismo. Sus sonrisas y miradas no son únicamente para la marioneta, estas tienen a alguien a quien dirigirse, alguien que esta en el corazón del hombre castaño. Van dirigidas a esa pequeña y grácil bailarina, porque su amor va dirigido a ella.

Y esta demás decir que aquello no es agradable para el chico de porcelana. No le gusta como la mira, como le sonríe, cuando en las noches sale a verla y lo deja ahí, solo. No quiere que la ame a ella.

Pero una simple marioneta como él no puede hacer nada, solo se queda ahí, quieta, esperándolo con sus ojos grisáceos para poder admirar su hermosa sonrisa.



La última ovación se escucha y la marioneta espera por la misma rutina antes de ir a casa. Mas algo no es normal, lo siente en cuanto el hombre castaño termina de colocarlo en su reposador y se dirige a la puerta. Sus cristalinos ojos lo miran como toma una carta que fue depositada en la entrada, el rostro del castaño de transforma mientras pasa sus ojos por la carta. No le gusta su expresión, lo preocupa.

Un golpe seco, provocado por el azote de las rodillas del castaño en el suelo resuena en la casa. Su rostro no puede apreciarse ya que tiene la cabeza gacha, mas el sonido de sus sollozos lo delatan.

Los cristalinos ojos se tornan en preocupación y pánico. Quiere abrazarlo, mirarlo a los ojos y sonreírle de la misma forma que el castaño hace para el, más se queda ahí, quieto, con los hilos sujetando e impidiendo cualquier movimiento. Sus grisáceos ojos observan al castaño, en su agonía, dirigirse a la cocina.

El castaño, con el rostro empapado en lágrimas, hurga en la alacena con movimientos bruscos y torpes, toma un pequeño frasco y rápidamente lo vacía en un cristalino recipiente con agua. A la marioneta no le agrada aquello.

El castaño observa a la marioneta, esbozando una ultima sonrisa antes de beber el líquido. El eco de un relámpago resuena a lo lejos.

La marioneta solo observa, sus vidriosos ojos reflejan el pánico y horror. El castaño tose violentamente, sujetando el cuello de su camisa mientras se dirige con pasos torpes al salón, donde reposa la marioneta.

El hombre castaño se derrumba en el suelo, con los ojos entreabiertos y la piel pálida, frío y sin vida.

La marioneta se queda quieta. Sus grisáceos ojos son ensombrecidos y opacados por las finas lágrimas que brotan de estos. Vacío y oscuridad lo invaden junto con un inmenso dolor en el pecho.

Sus ojos solo se mantienen fijos en la figura inerte…